El Ministerio de Defensa custodia el mayor volumen de patrimonio documental del Estado después del Ministerio de Cultura; los fondos que posee en los archivos históricos e intermedios militares ocupan más de 150 kilómetros de estantería.
Desde fines del siglo XIX los Ejércitos españoles han dispuesto de una organización archivística propia, independiente de la del resto de la Administración civil del Estado, entendiendo por tal el conjunto de centros, normas y medios humanos y materiales que hicieron posible la gestión continuada de la documentación militar.
La aprobación del Reglamento de Archivos Militares, en 1998 (R.D. 2598/1998, de 4 de diciembre) vino a dar carta de naturaleza a la nueva situación de los archivos de las Fuerzas Armadas, que quedaron integrados en el Sistema Archivístico de la Defensa (S.A.D.), definido en dicho texto.
En términos generales, el contenido de los archivos militares arranca de finales del siglo XVIII, si bien el grueso de sus fondos es posterior a 1850. No obstante, también pueden encontrarse algunas series que se inician en los siglos XVI y XVII, así como bastantes piezas originales sueltas que incluso corresponden a siglos anteriores a los mencionados.
Conviene resaltar que los fondos que se custodian en los archivos militares representan una variada tipología. Así, a las fuentes de carácter textual se unen ricas colecciones de documentos gráficos, con la presencia de varias cartotecas, colecciones de dibujos técnicos, de fotografía e incluso de películas.
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